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DE NUEVO LOS CELTAS

Nuestra singular Vuelta al Bierzo continúa siguiendo el trazado del camino natural de La Mirada Circular. Hoy recorremos una de las zonas más dinámicas de la montaña berciana.

Descendiendo hacia Balboa. © Isidro Canóniga

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Nos vamos a una zona en la que sus pobladores han recuperado el antiguo espíritu celta del territorio a través de la música, el arte, la gastronomía o la arquitectura. Hoy recorreremos en sólo 7 horas las montañas más vivas y rejuvenecidas del noroeste español. Al finalizar nuestra etapa en Balboa entraremos con un mensaje de bienvenida: ¡Bienvenidos a la tierra de las Pallozas Vivas!.  En Balboa están empeñados en que el entorno natural y el pasado cultural sean los motores de un desarrollo armónico y sostenible que consolide su futuro. Por ello nos invitan a recorrer sus senderos y descansar en sus gigantes y monumentales pallozas.

Para poder llegar al final deberemos empezar a andar cuanto antes puesto que hoy tenemos que andar más de 37 kilómetros. Después de la sorprendente visita a Campo del Agua tomaremos el Camino Natural ascendiendo hasta un collado con un frondoso robledal, bajando después hasta rebasar un arroyo que serpentea entre robles y acebos. Tras pasar un cruce, el camino inicia un nuevo ascenso a través de un denso bosque de robles y abedules en el que también hay acebos y serbales. Más adelante, la senda abandona el bosque. Tras discurrir junto a un área recreativa, el viajero podrá observar en el fondo del valle el pueblo de Porcarizas. Estos territorios recónditos dan cobijo a dos de los animales más escurridizos de nuestra fauna; lobos y osos habitan estas tierras al igual que lo hacían siglos atrás. Merece la pena dejar de lado nuestro camino por un momento para adentrarnos en el bosque y disfrutar del silencio y la soledad.  No tengas miedo, siempre estaremos protegidos y vigilados por la atenta mirada del Pico Tres Obispos (1.795 m), punto en el que convergen los límites administrativos de Asturias, Galicia y Castilla y León.

 

Más adelante, sin desviarnos de la senda, nos encontraremos con otro cruce; por un lado veremos el pueblo de Teixeira, en el que podríamos visitar su maravillosa iglesia del siglo XII y  parar a reposar en la “Cantina de Teixeira” donde Mari y Luisma os agasajaran con una comida seguro que inolvidable. Al volver a la ruta merece la pena que te detengas en la una de las fuentes más famosas de la zona, la Fuente de los Cinco Caños, localmente conocida por sus cualidades curativas.  El camino pasa muy cerquita de las “Alzadas de Villar de Acero” donde el proyecto de La Mirada Circular” rehabilitó una de sus cabañas.  Os preguntaréis qué es eso de una Alzada. Al igual que los vecinos de Aira da Pedra que en verano llevaban el ganado a Campo del Agua para aprovechar sus pastos frescos durante el estío y en invierno volvían al valle, los aldeanos de Villar de Acero lo hacen aquí.

De nuevo en el camino, continuamos por la senda que nos conduce a la localidad de Canteixeira. A lo largo de este recorrido, podremos disfrutar de otro de los bosques más emblemáticos de nuestra comarca, la Baliña, un robledal con algunos ejemplares varias veces centenarios. Con la llegada a Canteixeira, podremos visitar una de las pallozas mejor conservadas de la zona, es a su vez una casa rural, y un pequeño y acogedor restaurante donde podréis comer también esquisitos platos de la gastronomía local. No te olvides de hacer el pequeño desvío que te lleva la Fervenza o Cascada de Canteixeira.

 

Nuestro último objetivo en esta etapa será la localidad de Balboa, cuna de infinitud de costumbres celtas, donde las pallozas forman parte del entramado urbano y se han adaptado a la vida actual, convirtiéndose en cafeterías y restaurantes. Para llegar a Balboa, debemos salir de Canteixeira  por una pequeña senda a la derecha de la carretera que sale del pueblo, la cual, entre robles y castaños nos conducirá a nuestro destino. Balboa también destaca, además de por sus pallozas, por poseer un emblemático castillo y una iglesia, la de Santa Marina, construida en los siglos XVI y XVII, aparte de por tener algo único en toda Europa, un carril-vaca.

 

Pero Balboa no solo destaca por su riquísimo patrimonio material e inmaterial. Lo verdaderamente importante es la recuperación económica que sus habitantes han conseguido. En Balboa se respire vida renovada. Balboa tiene una ganadería vacuna de calidad y es una de las zonas más importantes de la elaboración de productos artesanos a partir de la castaña, como repostería o cerveza artesanal. Balboa es un excelente lugar para parar en alguno de los alojamientos rurales que posee.  Balboa ofrece a lo largo del año un completo calendario de actividades entorno a la cultura y la música que se expresan con ese ¡Siéntete en Balboa!. Entre otras destacan la Noche Mágica (Noche de San Juan), el Magosto Celta (los días 1 y 2 de noviembre), el ya consolidado Balboa Jazz, el joven ReggaeBoa en el mes de julio. En el año 2016, la fanfarria tomó Balboa en la 1ª Edición del Festival Internacional Brassboa donde la fanfarria y a la música 'brass', aquella en la que priman los instrumentos de viento metal, han ocupado Balboa.

En Balboa sin duda encontrarás otra dimensión del tiempo y el espacio. Un lugar en el que todo lo celta ha renacido a través de la música, la fiesta, la alegría. ¡De nuevo los Celtas! y esta vez seguro que sobrevivirán a la eternidad.

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